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El excéltico Papadopoulos vuelve a pisar el verde en Vigo

El delantero griego se une a un equipo de fútbol 7 para jugar una liga local

El excéltico Papadopoulos vuelve a pisar el verde en Vigo

Dimitrios Papadopoulos está de vuelta en los terrenos de juego de Vigo. No en Balaídos, el que fue su estadio entre 2010 y 2012, sino en el más modesto campo de Montecastelo, escenario de la competición de fútbol 7 Galicia F7 Cup y en el que debutó el pasado lunes con su nuevo equipo, Los Patrones del Mal.

El estreno tuvo sabor amargo: su escuadra perdió 4 a 3 frente a los últimos clasificados, Craco Salvaje. Aunque en la información recopilada por la organización de la Galicia F7 Cup y volcada en su página web figuraba que Papadopoulos jugó con el 69 y no anotó ningún tanto, tal y como se explicaba en la primera versión de esta noticia, desde Los Patrones del Mal han asegurado que esos datos son incorrectos: el delantero marcó dos goles y se vistió con el 7 a la espalda.

Su estancia en las filas del Celta estuvo marcada por su falta de acierto ante la portería contrario. Durante esa etapa no marcó en partido oficial pese a llegar con la vitola de atacante experimentado.

Papadopoulos, a sus 36 años y retirado del fútbol profesional desde septiembre, conserva una forma física excelente. Sus buenas condiciones atléticas fueron su principal arma durante su carrera -su esfuerzo en todos los partidos no está en discusión-, y a buen seguro le reportará alegrías a Los Patrones del Mal, que con su derrota del lunes acaban de caer a la última plaza de la clasificación.

Corría enero de 2010, el Celta penaba en Segunda División y necesitaba con urgencia aumentar su bagaje anotador si quería aspirar al ascenso, un objetivo que finalmente se truncaría en una fatídica tanda de penaltis contra el Granada. Hizo una doble apuesta: el joven Gastón Cellerino y el griego Dimitrios Papadopoulos, un curtido delantero griego que en 2004 se había proclamado campeón de Europa con su selección.

El comienzo de Papadopoulos con el Celta fue prometedor; marcó en su debut en un partido amistoso. Pero los buenos augurios no se trasladaron a los partidos oficiales. En 25 encuentros de Liga y uno de Copa no logró perforar el marco rival. Un año después de su llegada, en enero de 2011, el entrenador, Paco Herrera, ya apenas contaba con él. Expresó su desánimo por la situación en rueda de prensa, dejando una curiosa e ilustrativa frase para la posteridad: "Me siento como un perro que está fuera de casa mientras el míster está cómodo y con sus gatos dentro de casa".

Finalmente, acabaría su relación con el Celta -que no con Vigo- en 2012. En su siguiente club, el Panthrakikos de la primera división de su país, le fue mejor e hizo 11 goles en 25 partidos. Desde entonces pasó por unos cuantos clubes más hasta recalar de nuevo en Vigo, aunque ahora ya solo para disfrutar del deporte que fue su profesión.

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