Empleo

¿Cómo logró España superar los 21 millones de ocupados? Cuatro claves que explican el récord

El país lleva instaladas en un ciclo expansivo del empleo que viene sosteniéndose de manera continuada desde hace cuatro años, cuando el mercado laboral empezó a recobrarse del mazazo de la pandemia

Dos trabajadores en la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia).

Dos trabajadores en la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia). / EP

Gabriel Ubieto

Si el mercado laboral español fuera un ciclista, este abril tendría motivos sobrados para levantar las manos y celebrar el fin de una etapa largamente batallada. Por fin España logra superar la simbólica cota de los 21 millones de trabajadores en activo. La plusmarca se rozó el año pasado para estas fechas, cuando tras un 'ataque' del ciclista laboral especialmente agresivo durante la primavera de 2023, durante el que fue quemando récord tras récord.

No obstante, el ímpetu, por más que vigoroso, no fue suficiente y el reto quedó para este 2024. Y ahí, por mero desgaste, tras encadenar mes tras mes con cifras positivas de creación de empleo, finalmente se ha logrado.

España lleva instaladas en un ciclo expansivo del empleo que viene sosteniéndose de manera continuada desde hace cuatro años, cuando el mercado laboral empezó a recobrarse del mazazo que supuso el confinamiento y las restricciones porla Covid. Desde entonces las contrataciones han alcanzado niveles inexplorados y a un ritmo incluso superior que en el ciclo previo al estallido de la burbuja inmobiliaria. Pero, ¿cómo ha logrado España perforar la barrera de los 21 millones de ocupados?

1. La ocupación crece más rápido que antes de la burbuja

España lleva instalada en un ciclo virtuoso de expansión del empleo durante los últimos cuatro años, en los que se han creado más puestos de trabajo que los que se crearon en los cuatro años anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria. Si uno se remonta hasta aquel funesto abril en el que el impacto del confinamiento hizo trizas las estadísticas, desde entonces se han ganado 2,6 millones de ocupados. Para ponerlo en perspectiva, antes de estallar la burbuja del 'tocho', en 2008, durante los cuatro años previos se crearon 2,3 millones de empleos en España.

Más empleo y de mejor calidad, con unos niveles de temporalidad mucho menores y en sectores con mejores sueldos y condiciones. De esos 21 millones de ocupados, 17 millones son asalariados y entre estos 14 millones son asalariados con un contrato indefinido. La temporalidad ha caído a la mitad desde la entrada en vigor de la última reforma laboral y ronda el 12%, unos estándares que parecían imposibles hasta hace poco, cuando el peso de la eventualidad apenas se movió durante décadas.

2. Crecimiento transversal y sustentado en la migración

España crea empleo a gran velocidad y bate récords, si bien no todos los indicadores son para lanzar las campanas al vuelo. Si bien nunca antes había habido tanta gente trabajando simultáneamente, los niveles de paro no son los más bajos de la estadística disponible. En España sigue habiendo 2,6 millones de personas desempleadas apuntadas al Sepe, la cifra más baja desde 2008, pero la tasa más alta de toda la Unión Europea

¿Cómo coexiste un récord de ocupación con esos niveles de paro? En parte, por la intensa llegada de migrantes para ocupar los empleos que los nativos no podían o no querían ocupar. Uno de cada tres nuevos empleos creados desde el inicio del covid los han asumido personas nacidas en el extranjero. Estos ya superan, en total, los 2,8 millones de afiliados a la Seguridad Social.

El mercado laboral viene creciendo por casi todas sus ramas. La excepción la marca la agricultura y el sector primario en general, donde actualmente y en términos desestacionalizados, hay un 6,3% menos de ocupados que hace cuatro años. Mientras que en el resto de los grandes sectores, industria (+8,5%), servicios (+15,7%) y especialmente la construcción (+24,5%), ha aumentado la afiliación.

3. Rozando las 10 millones de mujeres ocupadas

España ha batido este abril el récord de 21 millones de ocupados y, presumiblemente, en mayo batirá otra plusmarca. Y es que la Seguridad Social se quedó a las puertas de poder celerbrar que por primera vez se superan las 10 millones de mujeres trabajadoras. Concretamente se ha quedado a 718 mujeres por debajo de las ocho cifras. Ellas ya son el 47,4% del total de ocupados, cuando al estallar la burbuja inmobiliaria representaban el 41%. 

Si bien la ocupación durante estos últimos cuatro años ha crecido tanto entre hombres (+13,3%) como entre mujeres (15,5%), estas segundas han registrado ritmos ligeramente superiores. El mercado laboral avanza paulatinamente en la equidad en materia de participación. Le quedan importantes asignaturas pendientes, como la intensidad de dicha participación, ya que las jornadas parciales son mucho más frecuentes entre ellas que entre ellos. Así como en la calidad, ya sea vía salarios, como en responsabilidades dentro de las empresas.

4. Crecen más los asalariados que los autónomos

Durante estos últimos cuatro años en los que el empleo lleva instalado en un ciclo expansivo, la ocupación ha crecido sustancialmente más entre los asalariados que entre los autónomos. Mientras las empresas han aumentado sus plantillas en un 16,4%, los autónomos 'solo' han crecido un 4,8%, es decir, más de tres veces menos.

España se ha movido poco de esa horquilla de entre 3,2 y 3,3 millones de trabajadores por cuenta propia en la que lleva instalada casi una década. Los afiliados al RETA han demostrado sobradamente y especialmente durante el covid su amplia capacidad de resistencia. De la misma manera que apenas perdieron miembros -ayudados también por inyecciones de dinero público- durante los primeros meses de pandemia, su crecimiento posterior ha sido bastante menos vigoroso.

Si bien, en general, hay más autónomos ahora que hace cuatro años, no todos los sectores pueden decir lo mismo. La pandemia provocó un verdadero socavón en el pequeño comercio del que todavía no se ha recuperado el colectivo. Actualmente hay 20.700 pequeños comerciantes menos que en abril del 2020. En la industria manufacturera (-7.358) y la agricultura (-8.801) también hay menos efectivos. Un retroceso compensado, especialmente, por los nuevos autónomos ganados en actividades técnicas o científicas (+42.244) o en la construcción (+30.440).

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