Doce meses de retrofuturismo que ayudan a regalar vida

La iniciativa solidaria que, durante una noche de guardia, alumbraron el año pasado un grupo de trabajadoras del Servicio de Urgencias del Álvaro Cunqueiro tuvo una gran acogida. Tal fue el éxito del calendario con el que se estrenaron en 2018 que tuvieron que lanzar una segunda edición para atender la demanda. Recabaron un total de 6.000 euros para dos asociaciones de pacientes. Con el de 2019 aspiran a doblar la recaudación. En esta ocasión la destinarán a la Asociación de Donantes y Receptores de Órganos de Vigo (Adrovi) y a la Asociación Galega de Trasplantados de Médula Ósea (Asotrame).

Detrás del almanaque bautizado como "Amanecer" está un equipo de trece profesionales de diversas categorías entre profesionales de enfermería y celadores, coordinado por las TCAEs (técnicos de cuidados auxiliares de enfermería) Montse Álvarez y Carmen Pellitero, y al que este año se ha sumado el jefe de servicio, el doctor Luis Amador Barciela. Además de su imagen, han puesto a disposición del proyecto sus habilidades en la confección del vestuario y de los complementos y toda su creatividad.

Y no es poca. "Quisimos sorprender", cuenta Montse Álvarez para explicar por qué escogieron la estética steampunk para su segundo proyecto. Se trata de un subgénero literario que se ha desarrollado hasta convertirse en un movimiento artístico y sociocultural con cada vez más adeptos. Inspirándose en obras como las de Julio Verne, juega con cómo imaginaría el futuro una persona de la época victoriana, en la cumbre de la revolución industrial, con el vapor como tecnología predominante. Así, las páginas del calendario están llenas de ladies -y algún lord-ataviadas con una de las prendas femeninas más características de la segunda mitad del siglo XIX, con complementos de cuero, engranajes, gafas de piloto e ingenios varios.

Para el atrezo, contaron con la colaboración del coleccionista Jesús Sotelo Waidele, el "señor Pupé", al que "vaciaron media casa" sin apenas conocerse. Pero les habría entregado "la otra media" si así se lo hubieran pedido, ya que vivió de cerca el efecto de las enfermedades graves en los más pequeños. "Lo hacemos con mucho corazón, pero también recibimos a cambio mucho sentimiento y emoción", destacó Carmen Pellitero, que relató como un matrimonio acudió el año pasado desde Arbo a comprar un almanaque diez días después de que falleciera su hijo. "Nunca dejéis de hacer estas cosas, se necesita mucha ayuda para los trasplantes", recuerda que le dijeron.

Escogieron el parque del Pasatiempo, en Betanzos, creado a principios del siglo XX, como escenario de sus imágenes. Y el encargado de capturarlas fue el fotógrafo Kike Pérez. Ana Iglesias y Ramón Martínez, estudiantes del instituto audiovisual de Vigo, prepararon un montaje con ellas.

El calendario se vende por 10 euros, a través de las dos asociaciones y de la página de Facebook del calendario. Las reservas van a buen ritmo, lo que hace pensar que los 1.600 ejemplares editados en la primera remesa se agotarán. Cristina Piñeiro, presidenta de Asotrame y trasplantada de médula ósea, avanza que destinarán lo recaudado a financiar investigaciones y seguir "regalando sonrisas". Agradeció a las trabajadoras su esfuerzo y pasión en este calendario y en su trabajo diario. "Sois capaces de quitaros la bata y poneros en la piel de los pacientes". El presidente de Adrovi, Celso García, explica que lo que reciban de esta iniciativa se invertirá en llevar la información y concienciación sobre la donación de órganos "más lejos", a pueblos a los que ahora no llegan. Quieren rebajar el alto porcentaje de negativas que hay en Galicia. Uno de cada cuatro. "Hay que revertirlo como sea", cuenta este trasplantado de riñón al que le gusta el nombre "Amanecer" para el calendario. "Cada amanecer le doy yo las gracias al que me ha dado a mí la vida".